No se pueden ganar 12 partidos en 14 días... (19 octubre 2006)
Este comentario lo hizo un fastidiado Federer tras perder en segunda ronda de Cincinnati hace algunas semanas.
En otras épocas, los cuadors eran más pequeños y los jugadores de elite un puñado, por lo que sólo los partidos decisivos eran complicados para los tops.
Hoy en día todo ha cambiado. Los jugadores se preparan mejor, tanto en el aspecto físico como técnico, y cualquier jugador en un buen día puede poner en aprietos incluso a los mejores. A esto se suma la excesiva cantidad de torneos al año, la presión de la ATP para que los jugadores participen en una buena cantidad de eventos tanto en singles como en dobles y la diagramación inadecuada de algunos tramos de la temporada. No puede ser, por ejemplo, que se programen dos torneos masters series en semanas consecutivas, como ocurrió con Canadá y Cincinnati, sobre todo teniendo en cuenta que en este tipo de eventos generalmente participan los mejores. Después, cuando un jugador decide no participar en un torneo aduciendo alguna misteriosa lesión luego de una semana extenuante, los organizadores y la ATP ponen el grito en el cielo.
Por estos días, la sobrecarga de actividad está jugando en contra de más de uno. Sin ir más lejos, varios de los jugadores que buscan un lugar en Shanghai, sufrieron por la sobrecarga de esfuerzo. Tanto Blake, como Ljubicic y Davydenko, 3 de los contendientes y que la semana pasada ganaron un título, esta semana perdieron rápido en Madrid, un torneo que entrega una cantidad interesante de puntos. A ellos se suma Roddick, finalista en Viena.
Y hablando de Madrid, si a estas derrotas sumamos las tempranas eliminaciones de Baghdatis, Ancic y Robredo, el que puede hacer un buen negocio esta semana es Nalbandian. Claro que primero tendrá que derrotar a Safin, todo un anticipo de la final de la Davis.
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